Antes de la vitrificación, los embriones se pasan por una serie de medios de cultivo que protegerán sus estructuras celulares. Posteriormente se introducen en finísimas pajuelas de vitrificación, perfectamente identificadas, antes de ser sumergidos en nitrógeno líquido a -196 ºC y guardados en el banco de embriones.
Las estructuras celulares así vitrificadas tienen prácticamente la misma calidad que las que no han sido congeladas, y cuando se desvitrifican mantienen todas las propiedades que tenían en el momento en que se vitrificaron, algo que supone un gran avance especialmente en el caso de los óvulos si tenemos en cuenta que el potencial reproductivo de la mujer disminuye con la edad.
En el caso de los embriones, una vez desvitrificados prosiguen su evolución y divisiones de forma natural.
El congelamiento de los embriones se esta realizando en el 50 día de vida embrionaria, conocida como blastocisto.